¿En qué consiste la acupuntura?
En estimular determinados puntos del cuerpo, descritos en su mayoría por los asiáticos del extremo oriente desde la antigüedad. Esta estimulación puede realizarse con finas agujas de acero inoxidable, pero también mediante el calor que desprende la combustión de una hierba llamada artemisa, es la moxibustión, o simplemente con las ventosas. La acupuntura, una buena alimentación, el ejercicio físico y la medicina de hierbas son las principales recursos terapéuticos de la medicina oriental.
¿Es dolorosa la inserción de las agujas?
Esta es la principal aprehensión de quienes se plantean <<probar>> un tratamiento de acupuntura. Antes de la primera sesión, pocos pueden creer que atravesar la piel con agujas pueda no ser doloroso. Aunque actualmente las personas que acostumbran a visitar una consulta de acupuntura lo hacen por recomendación, hasta que uno mismo no lo experimenta, no se lo cree.
Y es que las agujas de acupuntura nada tienen que ver con las que se utilizan para las extracciones de sangre para las analíticas, ni con las de las inyecciones que durante muchos años han atemorizado desde la infancia; al no tener que extraer ni introducir ningún liquido, las agujas de acupuntura son mucho más finas, de una decimal a una centésima mas delgadas que las utilizadas en los hospitales, casi del grosor de un cabello: son solidas, de acero, ligeramente flexible y pensadas para deslizarse en el organismo sin lesionar los tejidos.
La sensación que provoca la inserción de agujas depende tanto de la habilidad del profesional como de la relajación del paciente, la cual, a su vez, depende de la confianza que este tenga en el acupuntor o en su arte. En buenas manos, la inserción de las agujas de acupuntura no suele ser más dolorosa que un ligero pellizco o una sensación de hormigueo, que desaparece rápidamente.
Por lo que se refiere a lo posibilidad de lesionar el organismo, es prácticamente descartable. Ni queriendo. En el aprendizaje de la acupuntura se estudia con detenimiento la exacta localización de los puntos, el ángulo y la profundidad de inserción de las agujas a fin de que, sin ser un experto en anatomía, no se lesiona ninguna víscera ni vaso sanguíneo.
¿Qué se siente?
Varia de un paciente a otro, y de un punto a otro: distensión, calor, presión, hormigueo o una ligera molestia, que se puede extender en forma de corriente eléctrica; en ocasiones, el pinchazo es casi imperceptible. Se trata de una sensación desconocida provocada por el movimiento del ‘qi’, la cual, sea como sea, tiene poco que ver con el dolor.
Una vez introducidas las agujas, el paciente se queda solo y en silencio durante unos veinte minutos, tumbado sobre la camilla de una habitación confortable. No siente ningún tipo de dolor, sino más bien al contrario, las agujas inducen a un estado de profunda relajación; hay quien se duerme para despertar a los pocos minutos con las sensación de haber descansado mucho, aunque es más frecuente caer en un duermevela, una ensoñación durante la que se llega a perder la noción del tiempo. Este estado suele aparecer espontáneamente, aunque se puede facilitar centrando la mente en un escenario natural conocido, de manera que, al permanecer absorto en él, la mente queda en blanco.
Tal vez sea esta la magia de la acupuntura: unas agujas tan finas colocadas de tal forma que en vez de doler, sanan.
¿Puede pasar alguna infección?
Las agujas homologadas por la CEE están esterilizadas, como el instrumental quirúrgico. De todas formas, las agujas en principio no entran en contacto con la sangre, o sea que esta eventualidad seria mínima. Dado que no hay contagio con la sangre, no hay ni un solo caso descrito en la literatura médica en el que el acupuntor haya transmitido una enfermedad suya al paciente, ni viceversa.
¿Qué es la moxibution?
Las agujas no son el único medio para influir en las corrientes energéticas del cuerpo. Los puntos en los que estas corrientes son más accesibles se pueden estimular mediante la aplicación del calor que irradia la combustión de una planta seca, la artemisa sinéresis, calor que tiene la propiedad de penetrar profundamente la piel.
Muchas veces la acupuntura se combina con la moxibustion; es particularmente útil para calendar el sistema digestivo y para contrarrestar el frio y la humedad en el cuerpo.
Lo que no hay que esperar
No esperen los consejos de siempre; no fume, tenga cuidado con las calorías, haga más ejercicio… es decir, no esperen oír la que ya saben. Puede ser que te pregunte por hábitos que predisponen a ciertas patologías, como un exceso de chocolate, de dulces, de sal, de lacteos… pero pocas veces le prohibirá nada, pues la salud no se consigue a base de eliminar factores de riesgo, sino creando las condiciones para que el paciente adopte, el estilo de vida que más le conviene.
Por eso, no hay que explicar lo que realmente se siente o piensa sobre la enfermedad, ya que el acupunturista nunca dirá que un determinado síntoma no tiene nada que ver con otro; todo entra dentro de un mismo mundo de relaciones. La medicina oriental no separa lo que considera significativo de lo que no.